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(Santiago de Compostela, 1837 – Padrón, 1885)

Rosalía de Castro fue una de las voces más hondas y decisivas de la literatura española del siglo XIX. Poeta y novelista gallega, su obra inauguró una nueva sensibilidad literaria y marcó el inicio del Rexurdimento, el renacimiento cultural de Galicia.

Hija de una joven noble y de un sacerdote, fue criada por su madrina en el entorno rural de Ortoño, donde aprendió el gallego y conoció la poesía popular que más tarde inspiraría su obra. Desde muy joven mostró un talento precoz: a los doce años ya escribía versos y, con veinte, publicó su primer libro, La flor (1857), escrito en castellano, en el que el amor y la melancolía se entrelazan con una voz íntima y ya inconfundible.

Su consagración llegó con Cantares gallegos (1863), el primer libro de poemas escrito íntegramente en gallego, donde recuperó la lengua del pueblo y la elevó a la categoría de lengua literaria. La obra convirtió a Rosalía en símbolo del renacer cultural gallego y en una de las primeras escritoras en expresar, desde la emoción y la conciencia social, el dolor de un pueblo marginado.

Más adelante, en Follas novas (1880) y En las orillas del Sar (1884), su voz se volvió más introspectiva y moderna, anticipando tonos y preocupaciones de la poesía del siglo XX: la soledad, la muerte, el desarraigo y la condición femenina.

Además de su poesía, escribió novelas como La hija del mar (1859) y Flavio (1861), en las que abordó cuestiones sociales y feministas, mostrando una temprana defensa de la dignidad y la libertad de las mujeres. Su prosa, marcada por el compromiso y la ternura, revela una autora de mirada lúcida y profundamente humana.

Rosalía de Castro murió el 15 de julio de 1885, a los cuarenta y ocho años. Su figura sigue siendo un emblema de la identidad gallega y una referencia fundamental en la literatura universal. En palabras de Ramón Otero Pedrayo, “Rosalía desarma o análise”: su poesía, despojada de artificio, sigue hablando al corazón con una verdad que ningún método logra explicar.